Descripción: El otro día acudí a mi salón habitual de masajes. Para mi sorpresa, mi masajista de siempre no estaba y me atendió esta preciosa morena con unos métodos, digamos, poco ortodoxos. Pero muy satisfactorios.
Publicidad
Descripción: El otro día acudí a mi salón habitual de masajes. Para mi sorpresa, mi masajista de siempre no estaba y me atendió esta preciosa morena con unos métodos, digamos, poco ortodoxos. Pero muy satisfactorios.