Descripción: El otro día entré en casa de mi vecina porque se había dejado la puerta abierta. Cuando entré y llegué a su cuarto, me la encontré medio desnuda, durmiendo la siesta. Y yo, que no soy de piedra, no pude evitar empezar a meterle mano.
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Descripción: El otro día entré en casa de mi vecina porque se había dejado la puerta abierta. Cuando entré y llegué a su cuarto, me la encontré medio desnuda, durmiendo la siesta. Y yo, que no soy de piedra, no pude evitar empezar a meterle mano.