Si Melody Petite fuese un platillo de comida no hay duda de que la mexicana sería una manzana acaramelada, dulce e irresistiblemente tentadora. Pero, una vez que la muerdes, que atraviesas su caramelo crujiente, empiezas a notar un calor imposible de controlar. Y es que has llegado a su interior y por dentro esta deliciosa jovencita de Monterrey es picante como el chile habanero más cabrón. Solo el sexo y una buena dosis de fluidos puede aplacar el picor que provoca Melody. Una jovencita que con 18 años empezó a trabajar en la industria del sexo y que no tardó en convertirse en pornstar, prime......